ALBAÑILES Y ARQUITECTOS
Publicado en CAMBIO en Octubre 2008
El 1ero de Octubre se celebró el Día Internacional del Arquitecto. Pocos días antes un grupo de albañiles fue secuestrado a media noche por un comando armado. Vivían en humildes cuartos de renta en El Olivo y sus cuerpos fueron abandonados en un paraje cercano a La Marquesa. Este insólito incidente deja perplejos a quienes dependemos de los albañiles para ejercer nuestra profesión. Tradicionalmente el día de los albañiles se celebra el 3 de mayo, el famoso día de la Santa Cruz, donde arquitectos, ingenieros, técnicos y albañiles comemos y brindamos por el gusto de tener trabajo.
Los albañiles asesinados sin sentido no eran mexiquenses, eran gente que vino a esta tierra a trabajar y a vivir en soledad compartida, lejos de sus familias; eran migrantes. Vivían pobremente en un pueblo de ésos que se van quedando encerrados por desarrollos urbanos y que mantienen costumbres de vida antiguas, como tortillerías, verdulerías, altares callejeros, entierros procesionales.
Pueblos curiosos cuando son vistos desde las torres de departamentos del rededor. Curiosos porque viven en ellos personas rezagadas del desarrollo globalizado, gente que no habla inglés ni maneja autos sport; gente que viaja en autobús en vez de usar helicóptero. Personas gordas de tanto tomar refrescos en lugar de beber agua embotellada en Francia y de comer tamales en lugar de suchi. Sus cuartos humildes se alcanzan a ver desde los clubs de golf que hay en la zona.
Las autopistas conducen a estos exclusivos conjuntos residenciales y por ellas no se internan los chimecos. No hay Metro tampoco en esta área exclusiva del Estado de México donde se mezcla lo más sofisticado y mundano con lo más olvidado y atávico del país. ¿Cuánto gana un albañil? Unos mil quinientos pesos a la semana. ¿Cuánto gana un egresado de la carrera de arquitectura en una empresa inmobiliaria o constructora? Lo mismo. Los arquitectos que salen de nuestras universidades también rentan cuartos humildes en los pueblos tributarios de los grandes complejos de lujo.
Cerca del escenario del hallazgo del crimen, se tala madera clandestinamente. Madera que se utiliza en las cimbras que arman los albañiles para construir sus humildes cuartos de renta. Madera de cimbra que acaba en el fuego del comal. Madera barata porque no paga impuestos dado que no existe en ningún inventario. El tráfico ilegal de madera va a dar a la construcción del concreto armado. No hablamos de la madera legal, estufada, de largas escuadrías que se usa en las casonas mexicanas tradicionales, que dura toda la vida y que proviene de bosques maderables y reforestados. Hablamos de la madera que vemos pasar a bordo de camiones destartalados y cortada al ancho de la caja, de apenas dos y medio metros. Madera que es aserrada en tablitas para ser usada como recipiente de la mezcla acuosa del concreto, recipiente que bien podría ser de plástico.
Se debería alentar la fabricación de cimbras de plástico para salvar nuestros bosques. El plástico es tan barato y fácil de formar que me sorprende que no exista una industria paraestatal que se dedique a la fabricación y distribución de esta cimbra ligera. Millones de personas viven en casas que estuvieron sostenidas por madera de cimbra. Hasta para “echar un firme” como los que promociona Calderón se utilizan reglas de madera, porque así es la costumbre. Esas reglas podrían ser de plástico, teniendo la ventaja de no variar de forma ni de volumen ni de peso al contacto con el agua.
La delincuencia que rodea a los bosques mexiquenses tiene que ver con una demanda insaciable de cimbra de madera en la autoconstrucción. Chimalhuacán tiene 600 mil habitantes, es tan grande como Toluca y está enteramente hecha sin arquitectos, en base a castillos, dalas y losas coladas sobre cimbras de madera clandestina (Pruebe el lector pidiendo una factura por la renta de tarimas). Los Reyes, La Paz, Chalco Solidaridad y Ciudad Neza se han construido con el mismo método depredador de bosques.
Pero las costumbres son fuertes y se resisten a los cambios, los arquitectos somos cómodos y dejamos hacer a los albañiles a su modo y el Estado combate a la delincuencia con la fuerza y no con la inteligencia. Pero volvamos a los cuartos humildes del Olivo y tratemos de entender el mundo de estos trabajadores de la construcción y su trágico y absurdo fin. ¿Habrán dejado sus casas de adobe y teja de los lugares de origen para venir a vivir en cuartos de block y de concreto a cambio de un salario sin futuro? ¿Hay otros intereses en el mundo de la construcción además del de la madera talada clandestinamente? ¿Qué parte del rompecabezas nos falta armar? Lo cierto es que fue entre árboles maderables que aparecieron los albañiles mirando sin ver el mundo de jets privados que ni ellos ni nadie entiende.
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