viernes, 15 de mayo de 2020

Covid-19 A skeleton in the wardrobe

                                                                                              

Europa ha gozado de prosperidad desde hace ya unos buenos 40 años. La incorporación a la Unión Europea convirtió a países endémicamente pobres como España en nuevo-ricos. La costa este de los Estados Unidos también elevó su nivel de prestigio jet set. Lo vimos en Netflix junto con la buena vida de Londres, Milán y París.

A diferencia de las telenovelas mexicanas, en las series del primer mundo nunca aparece personal de limpieza a pesar de lo impecable del ambiente. Como antes, cuando el héroe no se despeinaba, ahora nadie limpia el departamento minimalista de la serie.

Pero esto es irreal. En Nueva York los restaurantes chinos tienen hacinados a los miembros de las familias que migran a América (National Geographic dixit). En Italia los náufragos del Mediterráneo desaparecen de la vista de los turistas para esconderse donde hay trabajo, es decir, en el próspero norte. Y fue notoria la relación Ecuador-España cuando estalló el Covid.

La hipocresía ha quedado descobijada. Neo esclavismo es lo de hoy y el Covid ha hecho brillar a los pobres ocultos de los países ricos. ¡Es la sobrepoblación, idiota!, debería gritar Bill Clinton. Es el hacinamiento, es la especulación, es la riqueza de las mafias puesta a circular en los restaurantes de lujo como lo retrató Roberto Saviano.

Es el Covid-19 el esqueleto en el clóset del FMI que acaba de abrir la puerta.


Susana Bianconi                                                                   15 de mayo 2020