miércoles, 4 de noviembre de 2015

VALLE DE BRAVO

CARACTERÍSTICAS GENERALES  DE LA ARQUITECTURA VALLESANA
Textos y fotos: Susana Bianconi
2008

ALTURA DE LOS PARAMENTOS

La arquitectura tradicional vallesana es de techos altos, los muros gruesos llegan a medir hasta 7 metros de altura para un solo piso. Esto es apreciable en la entrada de carretas de la casa del Centro Cultural Joaquín  Arcadio Pagaza. En algunas  colindancias se aprecia la altura de los parteaguas que alcanzan los  9 metros como en la casona del restaurante/hotel Batucada, sobre la calle Bocanegra.
                                   

El antiguo molino que alberga ahora en su planta baja al banco Santander, tiene tres niveles y culmina en un elegante fronton a dos aguas con óculo, a una altura 14 metros sobre la banqueta. Este inmueble lleva muchos años sin techo y su estado se deteriora. Se obtiene una buena vista de su condición desde la azotea del antiguo Palacio Municipal.

VANOS
Los vanos tanto de la arquitectura vernácula como  de la arquitectura académica de Valle de Bravo son siempre verticales, más altos que anchos. La proporción es aproximadamente de 1 a 2 o bien de 1 a 2,5. Son proporciones cuasi humanas y permiten ver desde el interior todos los estratos paisajísticos, desde el suelo hasta el cielo.
                                  

Estos vanos quedan cerrados en su parte superior por cuatro o seis maderos, según sea el ancho del muro. Algunos que dan a fachada llevan un “lujo” de dovelas de piedra con ligeros arcos escarzanos.

TECHOS / ALEROS/ ESTRUCTURA
                             

Las estructuras de las edificaciones en Valle de Bravo trabajan a la compresión en sus recios muros de adobe y a la flexión en sus techumbres. Éstas están diseñadas de manera tal que amarran los muros con tirantes horizontales, los que van colocados sobre un “arrastre” de madera. Esta  forma tradicional de colocar las vigas tiene en Valle la curiosa característica de soportar el techado a dos aguas encima. Esta techumbre tiene generosos aleros que cubren las banquetas.
Es este entramado de maderas lo que da a Valle de Bravo su característico perfil.

MATERIALES
De madera son los tejados (vigas y tejamanil) y de adobe los muros. La tierra es colorada. De piedra son las calles y las banquetas. De hierro forjado son los balcones, de barro los suelos de las galerías en torno a los patios. De barro son también las macetas donde crecen los helechos y las tejas que cubren las techumbres.

COLORES
Valle de Bravo es verde, blanco y rojo como la bandera. Verdes sus frondas, blancos sus muros, rojos sus techos.

PATIOS

                       
Los patios al centro de las casonas son característicos de la arquitectura vernácula vallesana. En ellos se desarrollan muchas actividades domésticas y se cuidan y reproducen las plantas.

PORTALES Y  BALCONES
Las casonas del poniente de plaza, donde se ubica el restaurante “La Cueva del León”. Se trata de tres inmuebles de dos niveles cada uno que tienen en común galerías en la planta baja y balcones corridos en la planta alta. Las galerías o portales desplantan alzados del nivel de la calle, a más de un metro y los balcones miran hacia la plaza.
                                

Frente a estas características propiedades se yergue un fresno centenario de grandes proporciones.
                            

La panadería que encontramos en contra-esquina del Mercado Municipal, es otro ejemplo similar a la Cueva del León, es decir, columnas de madera en el portal de planta baja y balcón corrido en planta alta en esquina ochavada.

                        

La casona que alberga al hotel/restaurante “La Batucada” es la más fina obra de este tipo con que cuenta Valle de Bravo. Desplanta sabiamente desde una banqueta alzada varios escalones del nivel de la calle, el suelo de estos portales de barro cocido marcado por el paso del tiempo. Sus columnas son de madera octogonal y su alero es generoso y bien  trabajado. La fachada acompaña al quiebre que hace la calle Bocanegra y este detalle le añade encanto y presencia al inmueble

EMPEDRADOS

VACÍOS (proporciones de las calles)
Las calles céntricas vallesanas son más altas que anchas. Tienen más altura sus muros coronados de techos de teja, que ancho sus fachadas encontradas. El sol juega entonces desde lo alto y proyecta claroscuros haciendo resaltar las texturas de los inmuebles.
                                      



RECORRIDOS

Valle de Bravo es una ciudad caminable, se disfruta a pie. Los comercios abren sus puertas a la calle, los turistas deambulan y alcanzan a entrever los patios centrales de intemporales casonas llenos de flores.
El lago alcanza a verse en algunas bocacalles y por supuesto, a lo largo de la costera. Esta última avenida serpentea cerca de la orilla y nos conduce al los embarcaderos.
La experiencia de subir y bajar andando las calles y callejones de Valle de Bravo es una experiencia vital, tonificante. El visitante alza la vista y goza de los aleros característicos y de la rica unidad del conjunto. Esta unidad sin monotonía la dan los altos muros blancos con guardapolvos rojos, los empedrados, los aleros, las ventanas enrejadas, los portones altos y las perspectivas ondulantes.

EDIFICIOS CONTEMPORÁNEOS


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Algunos de los mejores despachos de arquitectura del país han construido en Valle de Bravo buenas obras, alineándose con las más antiguas, respetando la imagen urbana característica del sitio. Cualquier arquitecto que visite Valle de Bravo, aprenderá de él, detectará de inmediato las épocas constructivas y los estilos. Porque a la arquitectura vernácula se le suman en Valle el Art Nouveau  de la cantera de principios del siglo XX y luego el Decó de algunos balcones y portales. Actualmente el acero ha hecho su aparición discreta y adecuada
Sin embargo se debe lamentar la construcción de algunas obras mediocres, que como defectos aparecen de pronto agrediendo la armonía del conjunto.

EDIFICIOS VALIOSOS
Los edificios más importantes de Valle de Bravo son:
La casa del Centro Cultural Joaquín Arcadio Pagaza. Está en buen estado de conservación gracias al uso que tiene asignado, sin embargo algunas grietas deben ser tomadas con seriedad y analizadas por expertos en patologías de edificios. Sobresalen un par de guayabos en el patio grande.

La fachada de la librería “Arawi” de cantera rosa es un exquisito edificio nouveaux, construido a la usanza del fin de siglo XIX, con delgadas columnas metálicas en su interior y altos techos de madera acomodada en cuadros entretejidos. La escala de la puerta principal es propia de su época, alta y elegante. A diferencia de las construcciones vernáculas, esta obra del porfiriato tiene su techo de tejas con pendiente sólo al patio interior. Desde la calle se aprecia una elaborada cornisa que remata el inmueble con decisión.
El Antiguo Palacio Municipal es una gran obra del porfiriato que merece mejor suerte de la que tiene. Se trata de un edificio de adobe, académico, de finas proporciones y con un par de empinadas escaleras compensadas en la fachada de la calle Porfirio  Díaz. Aún se encuentra funcionando en él la cárcel municipal y varias dependencias edilicias, pero las intervenciones que se le han hecho no han sido afortunadas y tienden a deteriorar más el conjunto. Es urgente que se realice un trabajo profesional de restauración del inmueble y se lo libere de los añadidos de concreto armado que soporta.
El templo de Santa María es un monumento eclesiástico de valor arquitectónico, sobre todo, en su capilla anexa que conserva un techo artesonado de madera a la usanza de los alfarjes del siglo XVI. La silueta de este templo de doble campanario puede apreciarse desde muchos puntos de la ciudad y adquiere diferentes tonalidades según lo bañe la luz del sol.
Junto a la Iglesia del centro y frente a la nueva Presidencia Municipal se encuentra una torre campanario del siglo XVIII de valor histórico y plástico, uno de los rincones apreciables del centro de Valle de Bravo.

BANQUETAS
Las banquetas son angostas, de piedra laja y techadas, las más de las veces por aleros y las menos por portales. Son frecuentes los escalones que resuelven los desniveles y que confieren al centro su fisonomía ondulante.
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En algunos cruceros se puede aún observar las coladeras de agua de lluvia a base de piedras colocadas de canto en paralelo y que permiten la infiltración del agua




EL PAISAJE VALLESANO

Susana Bianconi
2011

Introducción


El paraíso terrenal vallesano es una obra maestra tanto de la naturaleza como del hombre. El paisaje de Valle de Bravo se compone de una geografía privilegiada, de un lago artificial y de un pueblo elegante.
Este es un pueblo mágico y tiene por lo tanto muchas peculiaridades como que en él se siente frío en verano y calor en invierno. Que nunca deja de haber flores, los follajes caen y renacen a un mismo tiempo; las mariposas llegan en noviembre, las golondrinas en marzo y la gente habla una lengua antigua: la mazahua.

Antes de la Laguna

Antes de la inundación del valle con la presa, el pueblo de Valle de Bravo miraba hacia abajo sus tierras aradas. Cuando el agua las fue cubriendo, hubo desolación entre los campesinos, hubo éxodo de hombres jóvenes  y hubo muchas monjas para los conventos. Eso fue hace mucho, alrededor de 1950.

 Curiosidades paisajísticas

Valle de Bravo se ubica en lugar privilegiado. Pertenece tanto al inicio de la zona ecológica de selva tropical seca como a la de bosque de coníferas y encinos. La cota 1,830 m.s.n.m. del nivel del agua del lago es la que marca la diferencia: hacia abajo el calor y hacia arriba el fresco de los bosques.
Para llegar a Valle de Bravo en invierno hay que pasar por entre las mariposas Monarcas, el santuario de Piedra Herrada en Temascaltepec, se convierte en una guirnalda de vivos tonos naranjas que danzan por el camino. La gente sonríe y el espectáculo le hace el día hasta al más triste paisano.


 Los climas vallesanos.

La ladera norte, donde se desarrolla el conjunto residencial de Avándaro es fría y húmeda. La ladera sur de La Peña, donde las propiedades se aferran al risco con audacia, es caliente y seca. La ciudad de Valle de Bravo, que está entre ambos desarrollos goza de un clima templado y de una arquitectura peculiar con grandes aleros que sobresalen hasta el filo de las banquetas.

Especies nativas

La Peña es la cuna del maguey blanco (agave) Carece de espinas y se caracteriza por crecer en forma ladeada en taludes y riscos.

                                          maguey blanco 



                                          flor de colorín

El colorín (Eritrina americana) da nombre al poblado cercano de Colorines e indudablemente es un árbol local, sabiamente usado como controlador de plagas en las huertas, ya que es atacado por los insectos y protege así a las legumbres.
Los encinares que rodean el valle se componen principalmente de encino roble (Quercus rugosa) y pintan los cerros con un agradable tinte rosado cuando les salen sus renuevos. El sotobosque de los encinares es rico en hongos, helechos y en flores silvestres, todo un mundo vegetal que se puede gozar caminando a campo traviesa..


Los fresnos (Fraxinius Udhei) son otra regia especie local. Para ejemplo tenemos junto a la plaza central de Valle uno de excepcional porte. Hubo cuatro semejantes según se aprecia en las antiguas fotos de la ciudad.
En las laderas húmedas que bajan al valle, generalmente las que miran al norte, encontramos abetos (Abbies religiosa)que son los que conocemos como oyameles y ailes (Alnus firmifolia). En laderas mas secas, que reciben más sol encontramos pinos reales conocidos en nahuatl como ocotes (Pinus montezumae).
De los frutales locales debe mencionarse en primer lugar el guayabo, por tener un tronco particularmente escultórico. Un par de ejemplares se encuentran en un exquisito patio del Centro Cultural casa Joaquín Arcadio Pagaza en el centro de Valle de Bravo. Chirimoyas (guanábanas), capulines (Prunus capulli) y aguacates se dan con prodigalidad al igual que las zarzamoras.

El sabino o ahuehuete (taxodium mucronatum), árbol nacional, tiene en Valle un ejemplar histórico, verdadero monumento arbóreo, en la Pila Seca. Se cuenta que bajo su sombra se ofició misa en 1531, por lo cual podemos deducir que tiene alrededor de 500 años.
La tronadora (Tecoma Stans) con su floración amarilla dos veces al año, se desarrolla en forma silvestre, lo mismo que los guajes (leucaena sculenta). La piñanona (Monstera deliciosa) se desarrolla en las zonas umbrosas y húmedas mientras los sotoles (Dasylirion longissimun) crecen entre las rocas de las laderas secas.

Especies arbóreas introducidas

De las especies introducidas al valle no todas han sido afortunadas. En los ’50 se plantaron casuarinas (cassuarina equisetifolia)  introducidas desde Australia y que son de utilidad para estacionar dunas o médanos, lo que evidentemente no era una necesidad en Valle de Bravo. Las encontramos cerca del centro de oración Maranathá plantadas a lo largo de las carreteras.
A partir de los ’80 se pusieron de moda los ficus (Ficus benjamina) especie de la India muy apreciada porque es perennifolia. En todo el Estado de México existe la idea de que la hojas que caen al suelo de las especies caducifolias son basura. Lo cierto es que esa hojarasca es el alimento del árbol para la próxima temporada y es maná que cae de las copas. Pero los funcionarios públicos consultan con su personal de limpia y escogen entonces especies que no tiran la hoja. Los jardineros no barren pero se entretienen en recortar las copas en formas caprichosas. Ejemplo de esta práctica doméstica de la técnica topiaria la tenemos en el ficus que está a la entrada de la casa de artesanías de Valle de Bravo, que ha llegado a tener forma de cara humana, con huecos en los ojos y en la boca.

Pero no todas las especies introducidas han sido desacertadas. El tulipán africano (Spathodea campanulata) traído por Miguel Ángel de Quevedo en época del General Cárdenas se ha adaptado a la región y da vida y color a la plaza principal de Valle en noviembre.

 



                                         Tulipán africano en noviembre

Los hules(ficus elástica) se desarrollan enormes en Valle de Bravo, frente a la Capitanía de Puerto podemos verlos cubriendo el edificio de la Protectora de Bosques y la Casa de la Cultura. El más bonito y característico se encontraba en una esquina de la plaza del pueblo, hasta que un presidente municipal mandó talarlo, de noche, con motosierra y música estridente para acallar el atropello. 
Debemos darles cartas de naturalización también a las jacarandas (Jacaranda Mimosifolia) que alegran las primaveras y florecen en plena sequía, poco antes de la temporada de lluvias y a las patas de vaca (Bauhinia monandra) que podemos ver en el jardín de Valle.

Flores nativas

Los patios, jardines y bardas cuajadas de flores de intensos colores son características de Valle de Bravo.  La lantana ( Lantana camara) y los jazmines (Philadelphus mexicanus) no se cansan de florear todo el año al rayo del sol.
La flor de Nochebuena (Euphorbia pulcherrima) se desarrolla con bastante naturalidad en invierno, aunque requiere riego.

acahuales en octubre

Flores introducidas

De entre la gran variedad de flores que alegran los jardines y patios vallesanos sin ser mexicanas, tenemos los multicolores aretillos (Fucsia hybrida), los tulipanes (Hibiscus rosasinensis) y los geranios (Pelargonium peltatum). Pero la más conocida de todas las flores que coronan las bardas vallesanas es la bugambilea (bougambillea glabra), tan alegre como Brasil, su país de origen.

 La Magia
Toda la magia vallesana proviene de ese espejo en el que se mira coqueta la vida de pueblo. El espejo del lago que da charoles de brillo y de serenidad según pasan las horas del día. El espejo de agua que es símbolo de vida y de belleza duplicada, en esa luna imperfecta que es cero y  horizonte de un paisaje poderoso, palpitante y colorido. Paisaje vallesano.


1 comentario:

  1. Un excelente lugar para pasar el fin de semana con la familia, pueden subir en que hotel vallé de bravo recomiendan hospedarse

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