lunes, 12 de enero de 2015

SANA SANA

                                                                                               Publicado en CAMBIO del Estado de México #115, dicembre 2014
La construcción del tren rápido sobre la vialidad Las Torres de Toluca abre la posibilidad de enmendar parcialmente los desatinos urbanos que se hicieron previamente. Propongo que  se aproveche la oportunidad y se otorgue a la ciudadanía un nuevo espacio público accesible para los peatones dado que los habitantes de ambas márgenes de Las Torres han quedado irremediablemente separados por una cicatriz imposible de franquear: los carriles hundidos que pasan por debajo de las avenidas transversales y que como un río profundo con cardúmenes de autos, impiden el paso a los vecinos de a pie.  
En un caso particular, este río de autos puede ser recuperado fácilmente y transformado en un área de convivencia pública. Me refiero al camellón comprendido entre Jesús Carranza y Colón. En ese tramo de 170 metros de largo, los carriles se mantienen hundidos a un mismo nivel, son en realidad túneles a cielo abierto. Pues entonces se podrían tapar y así crear un gran espacio a nivel de ciudad, a nivel peatonal, una plaza amable que, integrada al verde de los prados, permita cruzar del sur al norte de la ciudad, de manera tranquila, segura y bella.
vista aérea

Actualmente el área no se usa, es inaccesible debido a esos ríos de autos hundidos. De hacerse la tapa de ambos túneles ganaríamos para la ciudad un área de 12,200 m2 capaz de soportar quioscos, pérgolas, bancas, pistas de patinetas y ciclovías populares, amén de conectar dos zonas de la ciudad que fueron divorciadas por la vía rápida.
El tren no tiene por qué se otro factor divisorio sino por el contrario puede potenciar un urbanismo como el que aquí se propone que cicatrice las heridas de un urbanismo agresivo. El tren como nuevo medio de transporte colectivo, nos acercará las grandes distancias y podrá aprovecharse su obra para hacer ciudad, cerrando heridas y creando espacios públicos disfrutables.
              
                          


Démosle un nombre a esta utopía: Parque Colón o bien Parque Norte-Sur, Jardín vecinal o Sana sana colita de rana.