lunes, 21 de septiembre de 2015

CU en el Carro de Coatepec

PAISAJE DEL CERRO DE COATEPEC
Susana Bianconi                                               Escrito en 2014 para COMUNIFAD
 El Cerro de los Magueyes donde nos encontramos, forma parte de la Sierrita de Toluca, y como toda ella nuestro cerro era pelón, es decir, carecía de árboles. Nopales y magueyes constituían toda su vegetación a primera vista, junto a uno que otro tepozán a la orilla del río que serpenteaba en su base, el Verdiguel.


En 1964, el gobierno del Estado de México entrega el cerro a la UAEM para que expanda su infraestructura. El terreno abarcaba también el parque Vicente Guerrero y el área de la clínica del ISSEMYM al otro lado del Paseo Vicente Guerrero, por donde el Verdiguel seguía su curso.
Y comenzaron las obras. El estadio es peculiar, se recrea en la topografía y parece nacer del cerro gracias a la elegancia y sensibilidad de su autor, el arquitecto Augusto Pérez Palacios. Diez años más tarde su gradería se pintará de colores en la obra de Leopoldo Flores, pintura que se extiende y sube por las rocas.
También se funde con el terreno la obra del arquitecto Adolfo Monroy, tanto en Derecho como en Ingeniería, donde la piedra usada se trabaja con maestría y confiere personalidad propia y digno envejecimiento a los inmuebles.
Entonces la Ciudad Universitaria era una comunidad abierta, sin reja hacia las calles circundantes pero sí separadas las facultades entre sí mediante mallas ciclónicas, de la misma manera en que hoy se enajena el Instituto de Investigaciones de la Universidad del resto de la comunidad.
La eliminación del río debajo de una losa de concreto debió materializarse en la década del 80. También en esos años se circuló el cerro con una pobre solución arquitectónica, enajenando a la Ciudad Universitaria de las colonias del rededor.
Para 1994 se me encomienda un plan de paisaje para el cerro, el que realizo con la ayuda de los estudiantes Alejandra Contreras y Lázaro González Frutis. Fundamentalmente el trabajo inició con la limpieza general de hondonadas donde había bancas, pizarrones y materiales de construcción abandonados y con la remoción de plastas de cemento que las constructoras habían dejado a su paso sin responsabilidad alguna. Continuó la lenta persuasión de eliminar las divisiones físicas entre organismos académicos y se hicieron senderos señalados con columnas de tabique aparente.
También en tabique se hicieron las lumbreras del río entubado que pasa entre Humanidades y Arquitectura, así como un par de puestos de gorditas coronados con lámina en forma de cúpula. Se plantaron numerosos árboles en el recién creado estacionamiento de Contaduría. No todos prosperaron debido a la sequía intensa del año 1997.
En el 2000 se materializaron los lagos Verde y Oro en el área deprimida frente a Ciencias Políticas. Fue una agradable experiencia, buena, bonita y barata. No se usó concreto alguno, se saneó el sitio con algo de cal y se hizo el fondo del lago con material del desasolve de las presas cercanas, lodos activados que no costaron un peso. Los lagos fueron inaugurados por el Gobernador César Camacho. El cerro de la Teresona se duplicaba en sus aguas. Los tulares limpiaban el agua junto con la lechuguilla que servía de alimento a los abundantes patos que llegaron volando a anidar en la isleta que para ese propósito se hizo al centro.



Pocos años duró el encanto. Hoy en su lugar hay una cancha de futbol rápido. Rápida fue también la manera en que entonces se forestaron las laderas del cerro, con una franca tendencia a la sobrepoblación de individuos. Vastas áreas del cerro requieren (en este 2014) de un clareo bien pensado.
Entre los árboles especiales que tiene el Cerro de Coatepec, se encuentran: un árbol de las Manitas en la Facultad de Turismo y un Ahuehuete detrás de la Biblioteca Central, donde alguna vez fue la rivera del lago efímero.
En cuanto a la Facultad de Arquitectura y Diseño, poca es su área verde, sin embargo en 2005 se intentó jardinar un amplio espacio con senderos serpenteantes de aserrín, los que fueron luego destruidos para hacerlos de concreto con escalones.

Sin embargo hoy la Facultad luce bastante verde y está próxima a inaugurar su primer muro verde, obra del diseñador gráfico Azael Pérez, quien gusta de naturar objetos y que está haciendo escuela, en esta actividad extracurricular en la FAD.
Dada la forma del cerro de Coatepec y de la carencia de un circuito peatonal o ciclista a un mismo nivel, es decir, siguiendo una misma cota, resulta poco transitado peatonalmente y sería deseable que se recorriera con mayor facilidad.  Es también  importante que se valoren sus áreas naturales (pocas realmente) como la que se encuentra en la parte trasera de Ingeniería camino al estadio. Ahí, las rocas y la flora silvestre nos regalan en cada estación del año una nueva estampa. La variedad de plantas es asombrosa y las floraciones alegran el día de cualquier universitario que recorra el cerro, dizque pelón.
Son 50 años de historia.


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