URBANISMO.
En esta foto aérea de Juan Arturo
Guadarrama Vázquez que se exhibe en la Casa de las Diligencias se observa
claramente cómo las vías rápidas dividen el territorio, porque existe contacto
visual entre el Hospital de Oncología a la izquierda y el Parque 18 de Marzo a
la derecha, pero es imposible para los pacientes hacer uso del parque, porque no
se puede cruzar a pie la avenida Las Torres. Tampoco sería una solución
condenar a los pacientes o a sus familiares a subir 52 escalones de un puente
peatonal y volver a bajarlos para acceder a él, porque el paseo se tornaría en
una travesía pesada y desagradable. Los peatones debemos poder caminar la ciudad y los vehículos deben
detenerse para dejarnos pasar. La esencia de la ciudad son los ciudadanos, no
las vías rápidas.
A espaldas del mencionado Hospital
Oncológico existe otro parque, el Metropolitano, pero tampoco los pacientes
tienen acceso a él ya que está bardeado en rededor, lo que impide su acceso, su cruce a campo traviesa e incluso
se impide su vista. La foto del estudiante de gestión urbana Guillermo Ozornio
lo muestra con claridad.
Ni banqueta existe en esta calle
perimetral del parque. Banqueta que podría hacerse y que gozaría de arbolado
maduro instantáneo. Una reja arremetida tres metros en lugar del muro
permitiría mejorar la imagen urbana del sitio y la calidad de vida de sus
vecinos. En la situación actual el magnífico Parque Metropolitano no cumple su
cometido de servir a la sociedad, ya que da la espalda a propios y a extraños.
Ni los vecinos aledaños ni los forasteros que llegan a los hospitales cercanos
(recordemos también el Mónica Pretelini) gozan de la vista del parque porque
éste sólo se abre a quienes llegan por
el Paseo Tollocan.
El área del Parque Metropolitano
equivale a 17 manzanas de la colonia Universidad, son 23 hectáreas con un solo
acceso. Es mucho terreno enajenado de los barrios circundantes, es un
sinsentido. Tanto equipamiento y tan poca urbanidad. Tanta inversión y tan poca
belleza en rededor. Tanta construcción y tan poca calle, tanta seguridad y tan
poca humanidad. Falla el diseño urbano
que nos integre, nos provea movilidad y nos de bienestar; que demuela las
bardas ciegas del parque, que abra accesos a los cuatro puntos cardinales, que
no regatee su usufructo.
La inversión pública existe, falta
que se demuelan las fronteras entre las instancias de gobierno de distintas
esferas que deciden displicentes sin entender que la ignorancia puede hacer
mucho daño. Ignorar la escala humana hace daño a la ciudad.
Susana Bianconi de verdad la felicito por sus comentarios y observaciones sobre nuestra ciudad, Toluca la ex-bella, soy buscador de imágenes antiguas de esta ciudad (cuento con varias) y me he encontrado que Toluca si era bella, limpia y muy hermosa. referente a su articulo "Colocar placas que ilustren al transeúnte" veo que es necesario colocarlas, para que la gente que las lea sepa lo que algún día existió en ese lugar y vea el cambio y resultado que en la actualidad ha tenido gracias a las malas administraciones que nos han tocado.
ResponderEliminar20 de enero de 2014, 18:57