Susana
Bianconi
Publicado en CAMBIO, Estado de México #118, marzo 2015
El
hecho de que Holanda tenga cárceles vacías
nos debe poner a reflexionar. La noticia ha dado vuelta al mundo porque
conforme las celdas se vacían se llenan con presos extranjeros. Los estados de Bélgica
y Noruega alquilan los servicios penitenciarios holandeses y así se conservan
las plazas de quienes trabajan en las cárceles de los Países Bajos.
¿Ciencia
ficción? No, una sociedad tolerante no produce delincuentes. Holanda tiene
despenalizadas las drogas desde 1976, consecuentemente los “dealers” no andan
armados, y el delito va en declive. Mmmmmmm deliciosa receta que nadie más se
atreve a copiar, y aventuro porqué: porque los vendedores de armas les hablan
al oído a tirios y troyanos, a los traficantes y a los gobiernos y de paso les
venden municiones a los dos bandos.
Las
cárceles se han vuelto también un buen negocio en Estados Unidos; los casos
judiciales se vuelven lentos para que haya más y más internos y el gobierno
pague por ellos al concesionario particular que maneja el penal. Este negocio
apesta, como el de los proveedores de armas… ¿o acaso son sucursales de una
misma matriz?
En
Uruguay se despenaliza la mariguana gracias a un gobierno inteligente poco
amante de los negocios turbios. Y es en Uruguay donde se cumple una máxima que
está de adorno en los demás países: se trata de la encarcelación del padre o la
madre del menor infractor.
Todos
firmamos como padre o tutor un sinnúmero de documentos para nuestros hijos
mientras son menores de edad, pero cuando uno de ellos transgrede la norma o
delinque, la ley no nos voltea a ver, no pide cuentas a esos padres o tutores
sino que envía al chico a un Consejo Tutelar para Menores. Los uruguayos
consideran que la patria potestad nos vuelve a los padres responsables por los
actos de nuestros hijos menores de edad y consecuentemente nos manda a nosotros
y no a ellos a purgar la condena.
¡Bingo!!!!!!
Tener hijos es una inmensa responsabilidad por 18 años. Viene al caso lo dicho
por la desvergonzada madre del Chapo Guzmán en la entrevista que le hiciera un
periodista peruano. Dijo que su hijo sería juzgado por la ley de Dios, que
ellos sólo reconocían la ley divina. Y yo digo que es la ley de los Hombres la
que debe todo mundo observar y quiero pensar que si ella hubiera ido a la
cárcel cuando su chamaco cometió la primera falta, él no hubiera vuelto a
delinquir. ¡Pero la mujer se lava la cara invocando a Dios!
Con
qué claridad y sencillez podríamos corregir el rumbo de nuestra sociedad.
Cuántos buenos ejemplos a seguir de Holanda y Uruguay. Si el hilo negro ya ha
sido descubierto, ¿porque no coser con él esta sociedad desgarrada?