GUARNICIONES, SU USO Y ABUSO
Publicado en CAMBIO del Estado de México, octubre 2012
Las guarniciones antiguas como las del Paseo de la Reforma se hacían de bloques de granito de un metro de largo. La pieza se enterraba unos 40 cm justo al filo del arroyo vehicular y se dejaba sobresalir unos 10 centímetros sobre los adoquines de piedra. Estos bloques de piedra se remueven y se vuelven a colocar cuantas veces es necesario, son eternos y lucen bien a la intemperie.
Cuando la moda de construcción de vías rápidas invadió nuestros pueblos y ciudades, las guarniciones se comenzaron a hacer de concreto, en largos tramos irrecuperables, y últimamente, ostentosamente pintados de amarillo maquinaria. En el pueblo mágico de Metepec este tipo de modernas guarniciones han crecido indebidamente. No lo hicieron por sí solas (eso sí sería mágico) sino como resultado de la reconstrucción de las banquetas de su centro histórico.
Estas nuevas banquetas son particularmente feas, carentes de diseño, pobres, como los firmes inacabados. Su desmedida altura sobre el arroyo vehicular incrementó el volumen del material usado, material triste digno de una ciudad perdida. El resultado urbano es desastroso: las banquetas altas carecen de piso acabado, sus inmensas guarniciones agresivamente pintadas de amarillo le dan apariencia de estacionamiento público a las calles del pueblo. Ahora bien, su absurda altura (34 centímetros en lugar de 6 o 7 clásicos de cualquier ciudad encantadora) cuatriplica no sólo el volumen de material empleado y su costo, sino la dificultad para subir y bajar, con el agravante de que las rampas de las esquinas se convierten en toboganes imposibles de transitar. Nada mágico el asunto.
En la ciudad de Morelia, las guarniciones son metálicas, su altura constante y su aspecto elegante junto a las aceras de piedra. No tuvo suerte Metepec en este cambio reciente de banquetas. Podrían haber sido de barro cocido, como que Metepec es el mejor sitio donde se trabaja este noble material, cuarterones naranjas a lo largo y ancho del pueblo productor de cuarterones, vaya encanto que daría al recorrer sus calles. Pero así como el Museo del Barro resultó al final de extraños azulejos, así las banquetas de barro cocido resultaron de vil cemento.
En el catálogo de conceptos de obra pública, las guarniciones se pagan por metro lineal, una vez cuantificado su volumen. Cuanto más altas y grandes, más caras. Por eso están apareciendo guarniciones donde de plano representan un peligro para la integridad de los ciudadanos. Me refiero a las ciclopistas que se están reconstruyendo en el maltratado Paseo Tollocan. Las originales eran de asfalto, a nivel del pasto. Las nuevas son… adivine usted…. de concreto y con guarniciones! Es decir, se está construyendo un recipiente, un canal de agua de lluvia y se le aplica el nombre de ciclovía. Morder con la llanta de la bicicleta una de esas absurdas guarniciones será garantía de un aterrizaje nada elegante.
El volumen de concreto usado en estas obras tan malhechas es inaudito y surge la suspicacia sobre los intereses creados detrás de las donaciones de cemento que tradicionalmente hacen los diputados locales y también de los pisos firmes de concreto promovidos por Calderón y de las guarniciones que surgen sin sentido en un paisaje urbano que se deteriora día con día. En las redes sociales se dice que Zambrano, el dueño de CEMEX, paga poco de impuestos…
Que se puede esperar de obras publicas, y que sea pueblo mágico esta muy lejos de serlo realmente
ResponderEliminarque curioso que al leer su articulo hace preguntarme ¿qué es la magia?, para responderme investigue;para autoformularse y autodefinirse la magia, se centra en la manifestación de la supuesta veracidad maravillante de algunos efectos y no requiere necesariamente de averiguar causas.
ResponderEliminarlo que me sugiere decir, es que estos "pueblos magicos" son sujetos a maravillarnos por el simple hecho de formarce asi y mantenerce semejantes a traves del tiempo, por tanto, todo lo que en ellos se hace inexplicablemente carece de una averiguacion, por que nunca nos damos a la tarea de investigar y cuestionar ¿por que la forma de hacer las cosas como se hacen?; es una epidemia de ignorancia y falta de logica la que nuestros representantes enferma, y otra mas grave, la carecia de un codigo etico, que los señores dedicados a esto de la construccion deberian seguir, o en su defecto una tajada del pastel, quien lo sabe???.
me gustaria justificarlo, pero mi logica no me lo permite, en fin saludos!