martes, 30 de octubre de 2012

Genius Locci


genius loci
Configuraciones del  Paisaje Mexiquense
libro editado por la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, 2011
Textos: Susana Bianconi


foto Isabel Garduño
Con los pies en la tierra, la capital es el punto de partida para recorrer los caminos del estado y captar el paisaje a la altura de los ojos. El 2010 quedará así documentado como testimonio de nuestra época. El paisaje histórico se manifiesta en sitios con pasado trascendente; monumentos y sus entornos conviven con el mexiquense de a pie cotidianamente. Enclaves relevantes, sitios de batallas, puntos de encuentro y de evangelización, son captados sin aspavientos.

 

1.         PAISAJE HISTÓRICO


Diré con una épica sordina:
La Patria es impecable y diamantina

Ramón López Velarde, Suave Patria (fragmento)


El paisaje histórico es aquél que rodea un monumento histórico o donde tuvo lugar un hecho relevante, por ejemplo, en Teotihuacán, la Calzada de los Muertos es tan importante como la pirámide de El Sol; pues el ámbito vacío que rodea los basamentos es parte del conjunto, de ahí la relevancia que se cuide y conserve tanto como los ámbitos construidos.

Las poligonales en torno a un edificio o monumento catalogado abarcan un área mayor al perímetro del inmueble. Éstas norman las intervenciones periféricas al bien y toman en cuenta el valor del enclave, su carácter. A este concepto los paisajistas lo denominamos genus loci, es decir, el espíritu del sitio.

Cuando un bien inmueble y su entorno están en armonía y conservados, pueden ser considerados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) como patrimonio de la humanidad.

En 1972 la decimoséptima Conferencia General de la Unesco aprobó la creación de la Convención Internacional sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. El objetivo de este organismo, que entró en vigor en 1976, tras la adhesión del vigésimo Estado miembro, es la conservación de aquellos lugares que por su valor histórico, cultural o natural, representan un bien de significación universal. (UNESCO, 1999)
De las zonas arqueológicas del estado sobresale Teotihuacán, en el valle de México, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987.

1.1 Monumentos arbóreos

Este concepto fue instituido por el ICOMOS (International Council on Monuments and Sites) con el fin de valorar y conservar especímenes vegetales relevantes y, de esta manera, convertir a un árbol en un bien colectivo de identidad en un sitio, por lo que cada país tiene su árbol y flor nacionales, el ahuehuete o sabino (taxodium mucronatum) es el nuestro.

El rey poeta Nezahualcóyotl plantó varios ejemplares en Chapultepec en 1428 mientras vivió en Tenochtitlán, éstos abundaban en su reino de Texcoco, tierra húmeda tributaria de la cuenca cerrada del valle de México. Es importante cuidar esta valiosa y única conífera con hojas, porque su destino está ligado al agua y mientras ésta sea limpia superficial habrá sabinales.

Así como el país tuvo en Miguel Ángel de Quevedo a un apóstol del árbol, para el Estado de México fue don Salvador Sánchez Colín, hombre bueno y visionario regaló frondas imborrables a lo largo de calzadas y carreteras mexiquenses. Su gran tarea sigue viva aunque maltratada y será algún día motivo de estudio exhaustivo y de orgullo local.

1.2 Legado paisajístico

Esta sección contiene una reproducción de los baños de Nezahualcóyotl en el Texcutzinco de Texcoco, de José María Velasco, el más grande paisajista mexicano, nacido en tierra mexiquense y que pocas veces retrató su estado; sin embargo, esta obra resarce sus omisiones. El paisaje acolhua de terrazas y canales de riego llega hasta nosotros desde su creación en el siglo XV y tiene un cuidado especial por el INAH.

1.3 Paisajes místicos

Las procesiones son un espectáculo colorido a lo largo de los caminos y los entierros, lentos desfiles que obligan a los apurados transeúntes a respetar el ritmo de los ritos.
Los camposantos no están limitados a las bardas atriales, se prolongan a lo largo de las calles, donde las cruces marcan el sitio de un accidente fatal y sus flores, la persistencia de la memoria.
El campo muta sus flores silvestres a lo largo de las estaciones del año y parecen rendir homenaje a quien alguna vez cultivara la tierra.
Hay mística en los paisajes de la arquitectura conventual, en los árboles oscuros de los panteones y en el campo abandonado.
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foto Andrés Galindo

Muestra imágenes de las diferentes regiones climáticas, sus plantíos, pastizales, lagunas, bosques y flores silvestres.
El campo mexiquense es retratado con cariño, con algo de nostalgia y con la arquitectura vernácula que lo acompaña humildemente.

2.          PAISAJE RURAL


Suave Patria: permite que te envuelva
en la más honda música de selva
con que modelaste por entero
al golpe cadencioso de las hachas,
entre risas y gritos de muchachas
y pájaros de oficio carpintero.

Patria: tu superficie es el maíz,
Tus minas el palacio del Rey de Oros,
Y tu cielo, las garzas en desliz
Y el relámpago verde de los loros.

Ramón López Velarde, Suave Patria (fragmento)


El ámbito rural se desdobla en el paisaje silvestre y en el agrícola. El campo mexiquense es sinuoso y diverso; las altas cumbres de sus volcanes son territorios casi vírgenes, páramos fríos y agrestes que han gobernado al altiplano y que confieren una fuerte personalidad a los sitios desde donde sean contemplados.

El territorio del Estado de México tiene el privilegio de poseer aún nieves eternas en el Popocatépetl o Don Goyo con un cráter humeante y vivo que arraiga irrefrenablemente a los moradores de sus laderas. Además, una mujer dormida cubierta de nieve en el Iztaccíhuatl y un par de lagunas astrales (El Sol y La Luna) en el Xinantécatl.

Al bajar de estas alturas se manifiesta otro prodigio: el bosque de coníferas en cotas de hasta tres mil metros y, cuesta abajo, la milpa de altura; cumbres y bosques dan de beber al estado más poblado de la nación mexicana.

En los llanos, los campos se cubren de pastizales y lagunas someras; el paisaje mexiquense es mediterráneo, caracterizado por el contraste entre la estación de lluvias y el estiaje, que se reparten el año en dos mitades de coloración desigual: verde y dorada.
Sin embargo, la diversidad paisajística no se resume en esa dualidad; variedad de alturas sobre el nivel del mar confieren al Estado de México un gran número de microclimas, tanto agrestes como agrícolas.
Este inicio de siglo encuentra al campo deshabitado, el fenómeno de la emigración a Estados Unidos y al cinturón conurbado al Distrito Federal ha dejado ociosas muchas parcelas que antes eran productivas. Las flores silvestres han recuperado la tierra que antes se labraba, las únicas agroindustrias relevantes, de la flor en Villa Guerrero y la hidroponía de Pastejé, lo han cubierto de plástico.

2.1 Mundo silvestre
La sierra de Nanchititla es la zona más grande del estado donde aún queda paisaje enteramente silvestre, agreste, indómito y puro. Sus peñas están cubiertas por la selva baja caducifolia que se vuelve crocante en época de sequía, se viste de flores en primavera y reverdece con las primeras lluvias torrenciales.
Las cactáceas nativas del Estado de México son muchas y tienen nombres propios de las lenguas náhuatl, otomí, mazahua y matlatzinca. El nopal del escudo nacional es una opuntia del altiplano central. Los magueyes del estado son los que donan el pulque y los grandes árboles de los bosques mexiquenses se conocen como: ocote para los pinos (pinus montezumae) y oyamel para los abetos (abbies religiosa).
¿Por qué hablamos en náhuatl? Porque comemos aguacates, guayabas, elotes y jitomates propios de esta América, rica en frutos de la tierra, que fueron a dar la vuelta al mundo con su nombre propio” (Bianconi, 2007). Sor Juana Inés de la Cruz hablaba y escribía el náhuatl, y oriunda de nuestro estado, conocía sus dones: “¿Qué mágicas infusiones / de los indios herbolarios / de mi Patria, entre mis letras / el hechizo derramaron?” (Sor Juana, 2007: 73).

Durante las lluvias, gran variedad de hongos nacen en los sotobosques del altiplano, así como helechos y musgos. Las flores silvestres nunca se olvidan de alegrar el paisaje, dan la vuelta al calendario y colorean los campos según la estación. Aquí se muestran las más evidentes: mirasoles, chicalotas, jarillas y acahuales.

2.2 Los plantíos

El maíz aún se siembra en el estado en altas cotas sobre las laderas, dado que en los valles crecen las casas de las empresas inmobiliarias; la papa es el cultivo de las tierras frías y las yuntas jalan aún el arado en las pendientes accidentadas.
En el sur, la mariguana es el cultivo más socorrido, se paga mejor que cualquier otro y en efectivo.
2. 3 El ganado
El Estado de México tuvo la primera ganadería de toros de lidia en Atenco, en las nacientes del río Lerma; sin embargo, los borregos caracterizan al paisaje, moteando de blanco con su mansedumbre las colinas verdes y pardas.

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foto Felipe Consuelo

Contiene imágenes de plazas públicas vivas y alegres, y de mercados coloridos. Calles armónicas de los centros urbanos antiguos, belleza de esquinas y portales tradicionales.
Con la escala humana siempre presente, la ciudad se extiende, moderna, por cerros y llanos, jalando cables y cintas asfálticas. Visiones nocturnas completan el capítulo.

3. PAISAJE URBANO


Tu barro suena a plata, y en tu puño
su sonora miseria es alcancía;
y por las madrugadas del terruño,
en calles como espejos, se vacía
el santo olor de la panadería.

Cuando nacemos, nos regalas notas,
después, un paraíso de compotas,
y luego te regalas toda entera,
suave Patria, alacena y pajarera.

Ramón López Velarde, Suave Patria  (fragmento)


Los cambios del paisaje urbano mexiquense, experimentados en los últimos 100 años, desafían la imaginación y sobrepasan las más enfebrecidas prospectivas de ficción.
A partir de la industrialización inducida desde los años 60 del siglo XX, habitantes de todo el país llegaron al Estado de México a trabajar, después se sumó a esta masa obrera una ola de gente asustada que abandonó el Distrito Federal a causa del devastador temblor de 1985.
Al desaparecer los lagos del altiplano, los lechos de los históricos lagos de Texcoco y Chalco, desecados y estériles, sirvieron de asiento a conglomerados masivos, dando origen a Ciudad Nezahualcóyotl, Valle de Chalco Solidaridad y Chimalhuacán.
Los cerros que rodean la capital de la República fueron cediendo sus bosques a la siembra, en primer término, y, luego, a la construcción desordenada de pobres asentamientos grises.
3.1 Tipología urbana tradicional
Los pueblos y ciudades consolidadas que mostramos con orgullo son resumen de elegancia, belleza y civismo, como plazas al centro de los barrios y patios en medio de las casonas. El urbanismo de la Colonia, que se impuso a partir del siglo XVI basado en antiguas tradiciones grecolatinas, trazó los pueblos del estado, los hermanó con las mismas calles de norte a sur y de oriente a poniente y los engalanó con plazas públicas, que durante 500 años han sido funcionales y se conocen ahora como cascos urbanos o centros históricos.
Debemos mencionar el significado urbano de los atrios como valiosos lugares al aire libre, sitios que dan un compás de espera entre el espacio sagrado del templo y el frenesí pagano de la urbe.
3.2 Ferrocarriles
Con el fin del siglo XX se fueron los ferrocarriles de pasajeros, dejando al tiempo las vías abandonadas. Mostramos sus dos caras actuales: la invasión y apropiación de la franja federal por las que corren, como el caso de Naucalpan, y las poéticas y enyerbadas de Nepantla.
3.3 Las nuevas ciudades
Tierra de experimentos urbanísticos, el Estado de México vio surgir Ciudad Satélite y Cuautitlán Izcalli, sus moradores dicen vivir en la Ciudad de México y no en provincia, pues los límites entre una y otra no se perciben con claridad, excepto por las majestuosas Torres de Satélite, obra plástica de Luis Barragán y Mathías Goeritz, de proporciones urbanas y elegancia abstracta propias de 1958, año de su ejecución.
Años después, el término asentamiento humano fue utilizado como eufemismo académico al desorden de la ocupación y construcción de las periferias urbanas. No hubo diseño de ciudades, sino expansión de las ya existentes, lo que fue etiquetado como conurbación y metropolización aderezados con puentes carreteros que dividen los márgenes y desmembran el tejido urbano.
3.4 Plazas
Las plazas mexiquenses son los sitios más humanos y graciosos del paisaje urbano, un cosmos cotidiano que se engalana los domingos.
Las plazas antiguas, al centro de los poblados gozan de cabal salud con fuentes, árboles, kioscos, rodeadas por la iglesia, los portales y el Palacio Municipal. Son los corazones palpitantes de las antiguas ciudades mexiquenses, la escala humana de la convivencia social, espacio público por excelencia.
En contraste, las pocas plazas públicas construidas en el siglo XX carecen de vida, enteramente burocráticas y excesivamente grandes, no tienen escala humana, como la de los Mártires de Toluca o la de Chalco Solidaridad.
3.5 Las calles
El clima benigno del centro de México hace de sus calles un sitio de convivencia, en el Estado de México se come en ellas, y huele a comida todo el día, los puestos son omnipresentes; las angostas banquetas son ocupadas por anafres, frituras, tanques de gas, toldos de plástico, bancas y sillas metálicas. Algunos turistas fotografían el espectáculo, otros lo eluden.
La calle pública es también cosa del pasado siglo XX. En la actualidad éstas son privadas, con acceso restringido sólo a sus moradores. Consecuentemente no es la ciudad la que crece sino la mancha urbana.
3.6 Los Portales
Los portales están entre las imágenes entrañables que se quedan en la memoria vivencial de los transeúntes, desde los académicos de las ciudades con recursos hasta los de madera y viguería de los poblados pequeños. Todos brindan calidad de vida, ofrecen un espacio de transición entre la intemperie y los inmuebles y favorecen relaciones humanas de la mejor calidad.
3.7 Las obras de arquitectura de paisaje
La obra pública tiene gran trascendencia por su alcance popular; sin embrago, los mejores paisajistas contemporáneos han trabajado en el estado en encargos privados como el Club de Golf Malinalco, de Mario Schejtnan; el parque de la fundación Xochitla, de Desireé Martínez, o los jardines de casas particulares de Eliseo Arredondo.
Luis Barragán, primer presidente de la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México (SAPM), creo la famosa Cuadra de San Cristóbal dentro de la casa Egerstrom, en el fraccionamiento Los Clubes, de Atizapán de Zaragoza.
Mención aparte merece el Paseo Tollocan de 1973 pues sus 10 kilómetros de sauces llorones, alternados con chopos balsámicos y colas de zorro, fueron un remanso de paz y un ejemplo para otras vialidades de la república. Esta obra civil urbano-paisajística, a cargo de Pedro Ramírez Vázquez y la participación de Carlos Bernal, arquitecto paisajista, estuvo en plenitud con muy poco mantenimiento hasta el 2003.

4. 8 La industria
El Estado de México fue pionero en el asentamiento de industrias y, para tal efecto, se trazaron grandes parques industriales a lo largo de vías de comunicación ferroviarias y carreteras. A todos ellos se les dotó de abundante agua potable proveniente de pozos y permitió eliminar sus aguas servidas a la superficie de ríos, canales y lagos.
Esta industrialización cambió la escala del paisaje urbano, dado que las naves industriales con estructuras metálicas extensas, eran desconocidas en el pasado.


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foto Felipe Consuelo

 
Como corolario, queremos dejar testimonio de los contrastes que se observan a raíz de la rápida urbanización de las tierras agrícolas, de la improvisación de las obras de infraestructura y del descuido de las áreas verdes.
El contraste entre ricos y pobres se retrata involuntariamente y en consecuencia queda manifestado en estas imágenes típicas del Estado de México en la primera década del siglo XXI.

4. PAISAJE HÍBRIDO

Un casi rústico aborto
de unos estériles campos,
que al nacer en ellos yo
los hace más agostados

Sor Juana Inés de la Cruz, “¿Cuándo, Númenes divinos?” (fragmento)

El paisaje del territorio estatal está semiurbanizado en su totalidad al cubrirse de construcciones improvisadas. Los usos rurales se mezclan con la masa gris de los materiales industriales y con abundantes letreros manuscritos y anuncios de trasnacionales. Vacas y borregos recorren calles carentes de orden y tradición. Sofisticados equipos electrónicos se venden en comercios informales, espacios semi construidos, entre hules de colores.

En los últimos 100 años las casas mexiquenses son construcciones pequeñas, su altura se ha reducido a la mitad y los transeúntes se enredan entre lazos y toldos chaparritos amarrados a las varillas de acero de las obras siempre inconclusas.

4.1 ¿Campo o ciudad?
La frontera entre el campo y la ciudad es incierta, está sucia. Se observa entre telarañas de cables y aire gris opaco. El crecimiento no significa desarrollo, ha crecido en números, no en calidad urbana.
La exclusión social se ha vuelto parte de la vida cotidiana en el país. Atrapado por los argumentos de quienes han convertido la estabilidad en arma de uso para defender la situación vigente, el país está perdiendo identidad y hasta sentido humano. (Merino, 2008: 172)

En el siglo XX no existe algo comparable a las obras de salubridad urbana de la época liberal en que se hicieron panteones civiles, avenidas arboladas, alamedas y trazas urbanas racionales y elegantes.

4.2 La gráfica urbana
Tres modalidades de escritura aparecen en el paisaje urbano: graffiti clandestino, letreros pintados en fachadas y cartel autónomo, conocido como espectacular. Todos contribuyen al deterioro de éste como lo evidencian las fotografías.

4.3 Vacíos urbanos
Las pocas plazas públicas del estado creadas en el siglo XX carecen del alma de las plazas coloniales o de las alamedas porfirianas. La plaza de Chalco Solidaridad es un espacio muy grande carente de arquitectura que lo enmarque. La plaza Ángel María Garibay, en Toluca, también demasiado grande, se hizo a costa del sacrificio urbano, pues se obtuvo de  la demolición de tres manzanas completas de casonas tradicionales, con patio al centro y esbeltas fachadas.

4.4 El ejido
El ejido es cosa del pasado en el Estado de México, nació y murió en el siglo XX; dejó a su paso un campo fragmentado con construcciones fáciles de hacer, es decir, sin adobes ni tejas. Consecuentemente, la tradición de cuatro siglos ha sido ignorada y despreciada por la ley del menor esfuerzo, si añadimos las antenas de televisión (obsoletas y oxidadas en las azoteas), los tinacos de plástico negro y el cablerío típico del crecimiento improvisado, tenemos la imagen de la pobreza mexiquense, de la tristeza, la aridez y la falta de belleza.

En contraste a este sinuoso desorden, la línea recta aparece con un rosario de casas semejantes en los nuevos conjuntos habitacionales, su construcción en serie es promovida desde las instancias de gobierno, mediante la redacción de normas que facilitan al empresario una ganancia rápida y al comprador una deuda larga. Ésta es una nueva fisonomía para las hectáreas rurales que se urbanizan a lo largo de las carreteras y se pierden de vista en un horizonte de taxis y autobuses que salen entre las milpas y se pierden entre anuncios espectaculares.

4.5 Nueva tipología urbana
Las manzanas tradicionales estaban delimitadas por paramentos construidos, perfilados por banquetas. Los inmuebles daban a la calle, los portones y los balcones eran los referentes tradicionales.
En contraste, la manzana de las nuevas urbanizaciones ha perdido escala humana, carece de inmuebles a la calle; la arquitectura se ha replegado detrás de grandes superficies pavimentadas para estacionamiento de vehículos que brillan bajo el sol, reflejando la aridez de la vida industrializada.
A nivel doméstico ocurre algo similar, las casas tradicionales se construían en torno a un patio rodeado de galerías, pero, a partir de 1950, se compactaron al centro del lote.
Pasear es una costumbre en vías de extinción en los nuevos desarrollos urbanos, las distancias se han alargado, las banquetas son estrechas y los puentes peatonales inalcanzables para los viejos mexiquenses.





BIBLIOGRAFÍA
Bianconi, S., (2006) “De lo bello y sus formas” en Letras Libres, Año VIII, número 86, febrero 2006, p. 94
Bianconi, S., (2007) “Plantas del Altiplano” en Cambio, Estado de México, número. 23. Abril 2007, pp. 28-29
Camacho, M., (2000) Historia Urbana Novohispana del siglo XVI. México, UNAM
Chacalo, A., (1999) Manual de Arboricultura. Guía de estudio para la certificación del Arborista. International Society of Arboriculture, México, UAM Azcapotzalco
Loera M., (2006) Destellos de cinco siglos. Arquitectura e Historia del Estado de México, México, El Colegio Mexiquense, A.C.
Merino, M., (2008). “La ruptura de las izquierdas”. Columna Opinión. El Universal. 23 de julio de 2208.
Niembro, A., (1992) Árboles y Arbustos Útiles de México. Noruega, Limusa
Robles, P., (1996) Diversidad de la Flora Mexicana. México, CEMEX
Rojas, A., (1999) Jardines Naturales: Flora Silvestre del Estado de México. Biblioteca Infantil del Estado de México. México, Instituto Mexiquense de Cultura
Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México, (2006). Encuentro de Espacios /Places and Spaces. México, Topos
Sor Juana Inés de la Cruz, (2007) Obras Completas Colección Sepan Cuantos …, México, Porrúa
UNESCO, (1999) Patrimonio de la Humanidad. Tomo 7, Barsa Planeta
Vizcaíno, A., (1992) Tierra Antigua. Naturaleza del Estado de México. México, Gobierno del Estado de México

domingo, 28 de octubre de 2012

INAH 2


Boletín INAH...
sin publicar aún
GUÍA PRÁCTICA DE CONVIVENCIA PASADO/ PRESENTE EN TOLUCA

Dra. María Susana Bianconi Bailez

RESUMEN:

Se desarrollan y fundamentan simples ideas para conservar el patrimonio y revaluar la ciudad. Se proponen normas sencillas para que Desarrollo Urbano promueva la utilización de materiales locales en las nuevas obras y asesore en los reciclajes de inmuebles de valor contextual. Se soporta la tesis de los beneficios de redensificar los centros urbanos así como de autorizar usos mixtos de suelo. Se sugerirán medios para incentivar la pertenencia, la convivencia, el silencio en la vía pública, el arbolado urbano, los ensanches de espacios peatonales y los proyectos mixtos. Se propone en suma hacer ciudad en un continuo en lugar de una suma de partes.

PALABRAS CLAVE:

TOLUCA, GUÍA, ARMONÍA, REDENSIFICACIÓN, MATERIALES

Postura

El conservadurismo mal entendido del Estado de México se aprecia en la destrucción patrimonial de Toluca. A diferencia de otras capitales estatales, la ciudad de Toluca ha demolido su patrimonio construido sin tentarse el corazón. Paradójicamente esta destrucción es fruto de posturas conservadoras y de una desmedida subordinación de los actores urbanos al poder en turno. Desconocedores del valor de la armonía de las partes de la ciudad tradicional, los gobernadores del Estado han invertido recursos en el área conurbada al Distrito Federal y han dejado descobijada a la ciudad capital. Para muestra tenemos los abandonados terrenos detrás de Palacio de Gobierno en Santos Degollado y el hundido en Pedro Ascencio, ambos propiedad de gobierno del Estado y malgastados en estacionamientos a cielo abierto, que empobrecen el centro de la ciudad y crean vacíos anti-urbanos.

Así mismo una postura cuasi arqueológica por parte de la delegación del INAH para manejar asuntos arquitectónicos, ha impedido introducir los beneficios de la tecnología en inmuebles con valor contextual (que no monumental). Así, al no autorizar la introducción de elevadores o no permitir cambios de uso en lo que se conoce como reciclaje, se le dificulta a los dueños de los inmuebles antiguos resarcir la inversión en su mantenimiento y en consecuencia los edificios se dejan caer o se tiran intencionalmente en forma subrepticia.

Pero lo peor ha sido la aplicación de las normas de construcción de la Secretaría de Desarrollo Social a contextos urbanos antiguos. Estas normas de la SEDESO exigen estacionamientos para sitios céntricos. Para ejemplificar exageramos: si la Alameda de Toluca se hiciera el día de hoy, debería destinar la mitad de su área a estacionamiento para cumplir con la norma, con lo que dejaría de ser Alameda. Se aplicó este mismo concepto a inmuebles como cines y teatros del centro de la ciudad, lo que nos lleva entender porqué fueron demolidos y ahora son lucrativos terregales donde se estacionan los autos.

Por lo anterior vemos que se necesita el concurso de las partes otorgantes de licencias para permitir sobrevivir y por qué no, reconstruir la ciudad de Toluca; aquélla añorada Toluca la Bella.

Propuestas

A continuación se enlistan las propuestas que se desarrollan en el cuerpo del trabajo:

1. Eliminar los perímetros

2. Promover los usos mixtos de suelo

3. Autorizar la re-densificación del suelo

4. Promover portales por sustitución de áreas

5. Detener el éxodo de actividades vitales

6. Poner en valor la traza urbana colonial

7. Promover el uso de materiales no industrializados

8. Autorizar el reciclaje de edificios

9. Ensanchar banquetas

10. Convertir remanentes en plazuelas

11. Mantener avenidas de baja velocidad

12. Usar la vegetación para dar identidad

13. Mantener y recuperar alineamientos históricos

14. Colocar placas que ilustren al transeúnte

15. Exigir transporte público alternativo



• Eliminar los perímetros

Los perímetros usados para circunscribir áreas urbanas dignas de ser preservadas deben desaparecer porque siempre aparece la excepción a esa regla y porque los inmuebles valiosos del siglo XX deben ser tomados también en cuenta a pesar de la inexistencia de una delegación del INBA en el Estado de México.

Se debe enfatizar la necesidad de que toda la ciudad y no sólo un pedacito de ella debe ser tomada en consideración para transitar un todo homogéneo en calidad y seguridad urbana. La estación de Ferrocarril y el Hospital General fueron obras periféricas a cualquier perímetro, pero muy valiosas y que se demolieron en vez de preservarse.

• Promover los usos mixtos de suelo

Para garantizar el uso y la vida constantes en el centro y en los barrios de la ciudad se deben autorizar usos mixtos, atrayendo el uso habitacional hacia el centro y los usos comerciales y recreativos hacia las periferias. Esto ahorrará considerablemente los desplazamientos y mejorará la calidad y la seguridad de la vida urbana.

Un mismo inmueble puede contener diversos usos, lo más común es que alberguen comercios en planta baja, departamentos en las plantas superiores y algún restaurante en la azotea convertida en terraza. Los patios sirven de manera eficiente para resolver los accesos a los diversos usos.



Autorizar la re-densificación del suelo

Las alturas permitidas en la ciudad de Toluca son bajas lo que impide reactivar la vida urbana en la ciudad. Sólo sobre algunos anchos corredores urbanos, como se les llama a las vías rápidas, se autorizan de 8 a 10 niveles; las colonias comprendidas dentro del Paseo Tollocan/Matlatzincas tienen autorizados de 3 a 4 niveles. Esto se traduce en declive económico de la ciudad donde abundan los baldíos. La ciudad antigua, tenía edificios altos como podemos apreciar en la figura 1.



Figura 1: La Av. Independencia hace 100 años tenía edificios de tres niveles con boardilla, equivalentes a al menos 5 pisos contemporáneos, hoy el edificio de la botica de la Veracruz no podría ser construido bajo el marco legal que solo permite cuatro niveles. Fuente: Portal Grupo Toluca



Estos baldíos suelen mantener una fachada antigua apuntalada, donde el interior del inmueble ha sido demolido con la intercesión de Protección Civil, o bien son playas de estacionamiento, las que permanecen vacías durante las noches.



Figura 2: En Av. Lerdo, frente al Teatro Morelos, 2011. Foto de la autora


El centro de la ciudad queda deshabitado durante la noche lo que lo vuelve inseguro y obliga a recibir un flujo de vehículos muy grande durante el día provocando mala calidad del aire y altos niveles de ruido y estrés.

Promover portales por sustitución de áreas

Los portales son la mejor alternativa para un clima como el de Toluca. El esquema de sustitución de áreas ilustrado en la figura 3 o el adelgazamiento de la cinta asfáltica en calles sin tráfico rápido, puede incentivarse para obtener mayor número de portales y enriquecer así la vida peatonal de los barrios.



Figura 3: Esquema de oferta de espacio habitable a cambio de espacio público. El portal de la derecha es el resultado de una sustracción en planta baja y de una reposición en plantas altas. Fuente: dibujo de la autora


Este ejemplo es factible cuando se realiza una solicitud de licencia de construcción para un inmueble de dos niveles a pie de una estrecha banqueta y a cambio se le propone al solicitante la oportunidad de construir más niveles para recuperar el espacio sacrificado para el andador público. Es un esquema de ganar-ganar porque se re-densifica el predio y se crea un espacio público de calidad. Las Leyes de Indias hablaban de los portales en torno a la plaza principal, y las ciudades concebidas con esas leyes son ahora Patrimonio de la Humanidad. Sorprende leer con qué claridad y economía de palabras, las ordenanzas de entonces fueron capaces de crear espacios urbanos trascendentes .



• Detener el éxodo de actividades vitales

Cuando las oficinas de la Comisión Estatal de Derechos Humanos que funcionaba en el primer cuadro, en Instituto Literario, fue mudada al pueblo de San Lorenzo Tepaltitlán, entendimos que la muerte de la ciudad de Toluca era intencional, es decir, se trataba de un asesinato. Refundida al fondo de una brecha inconexa la CEDH representa la carencia de traza urbana periférica y la descabellada intensión de hacer viajar a la gente por cuellos de botella a bordo de un transporte urbano irregular, caro e inseguro. Cualquier casona céntrica debidamente restaurada serviría mucho mejor para recibir a quienes deben quejarse contra la arbitrariedad del Estado. Una nueva arbitrariedad es mandar a estas personas agredidas a sufrir otro vía crusis para llegar hasta la instancia protectora.

La propia Junta de Caminos fue enviada a un enredado destino por el pueblo de Santa Cruz Atcapotzaltongo donde gracias al GPS puede uno encontrar la salida del laberinto porque no existe traza urbana en la zona, la que se urbanizó sin diseño sobre las milpas fragmentadas.



• Poner en valor la traza urbana colonial

La traza urbana de Toluca consiste en manzanas largas en el eje norte-sur y angostas en el eje oriente-poniente, lo que garantiza buen asoleamiento a la mayor parte de las fachadas. Este ordenamiento vial es adecuado al clima y al peatón que deambula por sus aceras y no ha sido superado por ningún esquema posterior, por lo cual es recomendable su puesta en valor y su reproducción cada que se pueda en realineamientos de manchas periurbanas indefinidas y caóticas que rodean a la ciudad, ya que la traza, como los inmuebles, son parte de nuestra herencia cultural y merece ser reconocida con rango patrimonial.



Figura 4: Traza original de Toluca con las manzanas largas y angostas en el eje norte-sur. Fuente: Portal Toluca

• Promover el uso materiales no industrializados

Es deseable que el personal de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento conozca las técnicas constructivas del pasado y pueda asesorar a los particulares sobre las bondades de los materiales tradicionales para construir o ampliar sus moradas. La revaloración del adobe, la piedra, los terrados y los aplanados de cal llevarán a proteger el conjunto de la ciudad y llevarán a construir nuevas edificaciones con la misma dignidad que las antiguas (siempre que se cumpla con las proporciones de altura tradicionales). Así, con los paramentos a pie de banqueta y las pendientes de teja hacia el interior de los predios se otorgará elegancia a las fachadas nuevas en armonía con las antiguas.



Figura 5: Muro de adobe con pendiente hacia el interior. Av. Morelos, 2011. Foto de la autora


Los materiales tradicionales, dejan menos huella ecológica que los industrializados, tienen menos energía contenida y su lógica constructiva los lleva a resultados plásticos armónicos con la arquitectura del pasado.


Autorizar el reciclaje de edificios

Ante el riesgo del abandono y consecuente deterioro de un inmueble, será siempre sano aceptar su cambio de uso. Los edificios antiguos tienen una gran nobleza y sirven para muchos usos . Piénsese en cuánto más adecuada hubiera sido la escuela Normal de Isidro Favela si se la hubiera instalado en el magnífico inmueble del Hospital General, que tenía planta panóptica y escasos 50 años de haber sido construido cuando fue demolido para hacer en su lugar este inmueble para normalistas con materiales pobres y dudosa gracia arquitectónica.





Figura 6: Imagen del Hospital General diseñado por el Ing. Félix de la Sierra e inaugurado en 1910 y abajo, el mismo sitio con la Escuela Normal No 1 inaugurada en 1967. Fuente: Google Photos y Google Earth, 06/04/2012



• Ensanchar banquetas

Siempre que sea posible, será recomendable reducir a un continuo de 9 metros la cinta asfáltica para obtener banquetas amplias, donde sea posible arborizar y disfrutar de una caminata. Colonias como Universidad, Seminario, Santa Ana Tlapaltitlán o Casa Blanca de Metepec, pueden ser proyectos piloto donde una intervención de este tipo revalúe los predios y los inmuebles antiguos o contemporáneos.



Figura 7: Calle 2 de Abril en Santa Ana Tlapaltitlán, nótese el tejado tradicional a la derecha. En esta calle caben 4 carriles, el arroyo mide 11 metros. Con tres carriles y nueve metros sería suficiente y se ganaría espacio para los transeúntes en banquetas menos angustiadas y mejor arboladas. Fuente: Google Earth 06/04/2012

Deseable será desde luego, utilizar materiales más nobles que el cemento escobillado en el ensanche de las banquetas. Puede tratarse de barro cocido o piedra de Santo Tomás.



• Convertir remanentes en plazuelas

Muchos son los sitios baldíos que sobran abandonados una vez que se pavimentan las calles. Los pueblos de Toluca se urbanizan sin diseño rector ni asistencia de paisajistas, por lo que la Junta de Caminos hace un mismo modelo para todo lugar quedando en el olvido interesantes cuchillas triangulares en medio de calles divergentes. Estos espacios pueden ser convertidos en lugares con la plantación de un árbol al centro y una banca debajo.



• Mantener avenidas de baja velocidad

Se debe devolver a Colón el doble sentido, así fue concebida y así se lee gracias al camellón central. Lo mismo puede decirse de Hidalgo poniente. Las avenidas funcionan bien, son prácticas y amables con el peatón que encuentra en el camellón un compás de espera seguro.

Es necesario que la Av. Vicente Guerrero cuente con su camellón. Los vecinos merecen cruzar la avenida en dos tiempos, sin arriesgar la vida. La Av. Juárez sur se vería bien con camellón central ya que desemboca en Paseo Tollocan con una sección desproporcionadamente amplia para topar con pared.



• Usar la vegetación para dar identidad

En Toluca hubo muchos buenos intentos de forestación vial. Aún quedan unos pocos colorines en Hidalgo y en Morelos que nos hablan de esos tiempos. Los fresnos que se plantaron a lo largo de Av. Juárez son sistemáticamente mutilados por el Ayuntamiento y han perdido la figura original, misma que aún conservan los plantados en Venustiano Carranza.

De los liquidámbares plantados por la administración pasada pocos se han logrado ya que fueron atacados con aceite quemado en cuanto se colocaron. La historia del arbolado urbano en la ciudad de Toluca es desoladora. Nada queda de la cuidada arboricultura de la época del General Villada en que se plantaron truenos a espacios regulares y se mantenían ordenados, con un solo tronco, como debe ser.



Figura 8: Av. Juárez viendo hacia el sur. Fuente: El Ayer de Toluca (1991)



Por lo anterior es deseable que se arboricen las colonias, no necesariamente las céntricas. El centro sólo debe contar con follaje y flores en arreglos sustituibles debido al maltrato constante al que serán sometidos. Por el contrario las colonias que rodean el casco tienen por lo general calles amplias y mal aprovechadas. El esquema de la figura 9 nos sugiere una alternativa viable.



Figura 9: Propuesta de arborización de calles en las colonias Seminario, Universidad y Morelos de Toluca. Se reduce el arroyo a 9 metros y el espacio ganado se destina a la plantación de árboles urbanos donde no interfieran los cables de luz. Fuente: Esquema de la autora.



Las especies recomendadas en este frío altiplano toluqueño son el trueno (Ligustum lucidum), el liquidámbar (Liquidambar), la magnolia (Magnolia virginiana), la acacia blanca (Robinia pseudoacacia), los cítricos (Citrus), el ciruelo (Prunus ceracifera), el fresno (Fraxinius udhei), el cerezo (Prunus cerasus), el álamo plateado (Populus alba), el Árbol de las Manitas (Chirandodendrum pentadactilum), el colorín (Erithrina americana) y el pirul (Schinus molle). Especies forestales, de mayor porte, como los cedros blancos (Cupressus lindleyi) de Colón no son recomendables en el arbolado urbano.



• Mantener y recuperar alineamientos históricos

Hace unos 40 años, hubo en Toluca una política urbana muy desafortunada consistente en la ampliación de las banquetas a expensas de la arquitectura y no de la cinta asfáltica. Es por tal razón que vemos edificios de los años 70 arremetidos con respecto a las casonas contiguas en el centro de la ciudad. Este alineamiento desfasado del paramento original ha creado un caos visual y ha hecho perder elegancia a las calles antes ordenadas.



Figura 10: Av. Hidalgo, Toluca. Nótese el desorden de la línea de desplante. Fuente: Google Earth. 07/04/2012

Es por lo tanto recomendable, donde se pueda restituir el alineamiento original no dudar en hacerlo, y porque no, en base al acervo fotográfico existente, intentar reconstruir el estado original devolviéndole al dueño del inmueble los metros que le fueron quitados. Esta medida permitirá que dejemos de ver los muros de colindancia que desdoran la elegancia de los antiguos inmuebles.

Colocar placas que ilustren al transeúnte

Sería deseable que la ciudad nos contara su historia, sin necesidad de entrar a un museo. Que una placa nos ilustrara dónde durmió la Marquesa Calderón de la Barca, ella que escribió sobre esta ciudad alta, limpia y fría. Y quizás entonces esa Casa del Risco que se ubicaba en la esquina de 5 de Febrero y Aquiles Serdán vuelva a materializarse. ¿Dónde vivió Fidel Castro? ¿Dónde el Nigromante?

¿Dónde nació nuestra cronista Margarita García Luna? ¿Dónde circula el antiguo río Xihualtenco o Verdiguel? ¿Cuáles son los Monumentos Arbóreos de la ciudad? Placas y más placas son una asignatura pendiente.



• Exigir transporte público alternativo

Los tranvías hicieron de Toluca una ciudad cosmopolita. A diferencia de entonces hoy la ciudad va a la zaga del país en cuestión de transporte. Cuenta con un ejército mal pertrechado de autobuses contaminantes, sucios, caros e inoperantes. Parte del mejoramiento estético de la ciudad será lograr un transporte alternativo que dignifique al usuario y al contexto.





Figura 11: Convoy de autobuses en Av. Morelos (2010). Foto de la autora.



Corolario



Las 15 sugerencias anteriores sólo podrán llevarse a puerto si concurren las instancias otorgantes de licencias municipales (de construcción), estatales (de uso e intensidad de uso del suelo) y federales (INAH e INBA) y si los colegios de profesionistas y las instituciones de educación superior actualizan a los servidores públicos. Todo lo cual constituye un enorme reto de organización, diplomacia y conocimiento. Esperemos que la ciudad de Toluca encuentre su Carlos Lazo.

Bibliografía



Antonio de León Pinelo, compilador “Recopilación de la Indias”. Tomo III, Libro Octavo: “De la fundación y población de las Ziudades” (1992) pp: 2017 a 2045 Ed. Miguel Ángel Purrúa, México.





Alexander Naime Libién, compilador “El Ayer de Toluca” Gobierno del Estado de México, 1991



Susana Bianconi, “Clasicismo Contemporáneo”, Publicación digital “40 Aniversario de la FAD, UAEMex” 2004.

http://www.susanabianconi.blogspot.mx/2011/11/prepa-5.html



Susana Bianconi “Manual de Verdes” http://www.susanabianconi.blogspot.mx/2010/12/manual-de-areas-verdes.html



René Lauro Sánchez Vértiz Ruiz “Forma y Función de los Espacios Urbanos y Arquitectónicos del Porfiriato” en el libro Patrimonio Monumental en torno a la Independencia en el Estado de México. Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, colección Bicentenario, 2009, pags.:73 a 85



domingo, 7 de octubre de 2012


REDUCCIONES DE INDIOS
publicado en CAMBIO del Edomex, septiembre 2012. Núm.88
foto: revista Obras


“Arquitectura para los pobres” se titula en español el magnífico libro sobre arquitectura de tierra que escribió el arquitecto Hassan Fathy, después de construir con adobe la villa Gourna en Egipto. El tema es relevante ahora que el gobierno de Chiapas ha construido un par de Ciudades Rurales (sic). Hassan Fathy construyó la célebre villa de Gourna enteramente en tierra y con su libro extendió a occidente el respeto por el adobe y logró la admiración de algunos arquitectos por las formas fuertes e intemporales. La lección que nos dejó fue la de involucrar a toda la comunidad en la construcción de su pueblo.

En Chiapas en cambio, la gente que habitaría las casas de 30 metros cuadrados no fue involucrada en el proceso. Es gracias a la visita del periodista Isaín Mandujano (Proceso 1869) que podemos dar un vistazo a la ciudad Nuevo Juan de Grijalva que se inauguró en marzo de 2011. Rodeada de verdes montañas la ciudad tiene calles sin arbolar, terrenos sin cobertura vegetal y carece de manzanas así como de edificios públicos relevantes. Cuando no se trazan manzanas, desaparecen las esquinas y con ellas desaparece la posibilidad de la variedad y riqueza características de la vida urbana.

Lo que Chiapas ha intentado construir es una reducción de indios, algo que hicieron los españoles ante la dispersión tradicional de los pueblos locales, los que vivían y aún viven rodeados de milpa. Claro que entonces, en la Colonia, las reducciones se trazaban siguiendo las sencillas y sabias reglas de las Leyes de India, que ponían en primer término al espacio público: la plaza y las avenidas que a ella llegaban y luego los solares. En cambio, algo ha salido mal en este laboratorio chiapaneco, hoy deshabitado. Se intuye la carencia de un plan maestro urbano y es posible que la traza haya sido dejada en manos del contratista.

Santiago El Pinar es otra ciudad rural chiapaneca y corre la misma suerte de ser una ciudad fantasma. No puede existir una ciudad rural, desde el término vemos el despropósito. O bien se hacen villas en el campo o bien ciudades cabales, las que dejan de ser rurales en cuanto se construyen. Partir de un término equívoco llevó al gobierno de Chiapas a cometer equivocaciones.

Históricamente, las ciudades se han fundado en forma espontánea, pocas son aquéllas que, como Washington, nacieron por voluntad política con plano maestro en mano. En México podemos citar a Puebla y a Morelia como ciudades trazadas ex profeso. Famoso es el caso de Brasilia, capital política de Brasil, diseñada y construida en los ‘60s en base a una propuesta, de moda entonces, de subdivisión de actividades humanas en áreas diferenciadas de la urbe. Por su puesto los albañiles se quedaron fuera del proyecto y de la ciudad y fincaron la primera favela en sus alrededores.

Construir con tierra en Chiapas, con esa tierra que se quitó para abrir calles, hubiera producido una arquitectura fresca y sólida en lugar de la arquitectura de utilería que nos muestran las fotos. Despreciar los materiales tradicionales es propio de gente poco preparada y mal educada. Recomendamos a contratistas y promotores urbanos leer el clásico de Hassan Fathy y luego voltear a ver las mal llamadas ciudades rurales chiapanecas.